Pavimentos de resina frente a pavimentos vinílicos
Elegir el pavimento adecuado para un espacio es mucho más que una decisión estética.
Los pavimentos deben soportar un tránsito intenso, maquinaria, procesos de limpieza y, al mismo tiempo, garantizar seguridad, confort y una buena apariencia. Aunque el pavimento vinílico ofrece ciertas ventajas, los pavimentos de resina destacan en entornos comerciales e industriales donde la durabilidad, la higiene y el rendimiento a largo plazo son esenciales.
En esta guía comparamos los pavimentos de resina y los pavimentos vinílicos para que puedas entender por qué la resina suele ser la opción superior en entornos exigentes.
Alto rendimiento
El pavimento de resina es un sistema aplicado directamente sobre el hormigón, creando una superficie continua, dura y extremadamente resistente al uso intensivo. Las resinas ofrecen una resistencia mecánica, térmica y química superior, lo que las hace altamente resistentes a productos químicos, manchas e impactos. Esto convierte a un pavimento de resina en una solución ideal para entornos industriales y comerciales.
Su superficie no porosa facilita la limpieza y el mantenimiento, favoreciendo entornos higiénicos en hospitales, laboratorios y cocinas. Además, se pueden incorporar texturas antideslizantes cuando sea necesario.
El pavimento vinílico es más blando y cómodo bajo el pie, ofreciendo resistencia al deslizamiento y absorción acústica. Conviene mencionar que algunos sistemas de resina también pueden aportar propiedades de absorción del sonido. Aunque el vinilo mejora el confort de los empleados que trabajan de pie y reduce el ruido, no iguala la resistencia de la resina frente a maquinaria pesada, derrames químicos o impactos. El vinilo es más adecuado para zonas de bajo impacto, centradas en las personas, y no tanto para operaciones industriales.
Máxima durabilidad
Los pavimentos de resina son excepcionalmente robustos y soportan carretillas elevadoras, carros y un tránsito constante sin agrietarse ni desgastarse. Con una instalación y mantenimiento adecuados, el sistema de resina correcto puede superar los 15 años de vida útil. También pueden personalizarse con texturas o recubrimientos antideslizantes para prevenir caídas en zonas húmedas, convirtiéndolos en una solución a largo plazo para entornos exigentes.
Aunque el vinilo es duradero para un tránsito ligero o moderado, puede deteriorarse más rápidamente en zonas expuestas a objetos punzantes, cargas rodantes o maquinaria pesada. Además, el vinilo presenta uniones frecuentes, ya que se instala en láminas, y estas juntas pueden convertirse en puntos críticos de fallo si no se mantienen correctamente. Su vida útil habitual de 10 a 15 años, sumado a que debe retirarse y reemplazarse por completo cuando vence, lo hace menos fiable para entornos industriales de alto impacto en comparación con sistemas epoxi.
¿Dónde destaca el pavimento de resina?
Almacenes y centros logísticos, plantas de fabricación, áreas de servicio automotriz, hospitales, laboratorios y cocinas comerciales.
¿Dónde es más adecuado el pavimento vinílico?
Gimnasios y centros deportivos, escuelas, guarderías, oficinas y locales comerciales.
En la mayoría de las instalaciones comerciales o industriales, la resina es la opción más práctica para las zonas de trabajo principales, mientras que el vinilo puede complementar en zonas de descanso donde el confort sea prioritario. Sin embargo, existen sistemas de resina como Stonres STR y Stonres RTZ diseñados específicamente para ofrecer confort y absorción acústica, proporcionando los mismos beneficios pero con una vida útil considerablemente mayor.
En resumen
El pavimento de resina ofrece un rendimiento, una durabilidad y una vida útil incomparables para espacios comerciales e industriales. Aunque el vinilo puede ser adecuado para aplicaciones concretas, la resina representa una inversión superior a largo plazo para instalaciones que requieren resistencia, higiene y fiabilidad.
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